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¿Cuál es la base de una dinámica formativa para el logro de un estudiante autogestor?

¿Cómo facilitamos el logro de la autogestión del aprendizaje?

Es importante destacar una consideración ya conocida, base del contenido de esta entrada, a fin de ir visualizando la vinculación de la dinámica de formación con la autogestión del aprendizaje.

El estudiante es sujeto activo de su proceso de formación. La enseñanza debe posibilitar que intencionalmente se involucre en actividades de aprendizaje que conlleven a un cambio en su estructura mental y en plena conciencia de lo que le sucede.


Camino que seguimos para lograr competencias en la gestión del aprendizaje
Apoyo al aprendizaje desde la enseñanza*

Esta imagen es representativa del apoyo brindado en una acción de aprendizaje…


En una jornada donde participé recientemente, una joven del grupo, no docente, nos decía que la enseñanza en las aulas estaba atiborrada de contenidos y no daba oportunidad al debate, al discernimiento, ni que los niños reflexionaran ante preguntas propias o del profesor; lo cual, afirmaba, facilitaría conseguir una persona más abierta, pensante, empática y solidaria, entre otras cualidades.

El foco, en mi opinión, está en la forma de enseñar esos contenidos. ¿Què opinas al respecto?


El contenido es tanto fin cuando representa la cultura social transformada y tanto medio al ser utilizado como elemento para el desarrollo de las herramientas investigativas, del pensamiento y el lenguaje.


Aproximación a la vinculación entre la dinámica formativa y la autogestión del aprendizaje[i]

En cualquier situación instruccional, el aprendizaje debe darse a partir del conocimiento sobre contenidos, procesos y métodos, de forma que podamos aplicarlos voluntariamente en cada actuación ante las diversas situaciones y seamos capaces de anticiparnos a las mismas, generar soluciones y valorar esa actuación en el contexto.

Por ello, la enseñanza de esos contenidos o procesos debe estar secuenciada en atención a sus naturalezas y al propio estudiante, relación que irá determinando el avance desde un nivel mediato al logro de un nivel superior, con el aprendizaje de saberes, procedimientos, actitudes y valores.


Los contenidos se presentan en forma jerarquizada, contextualizada y en secuencia creciente por complejidad y nivel de asimilación, de manera de satisfacer las exigencias de un proceso orientado al estudio autogestionario.


Además, el ambiente de aprendizaje debe propiciar en el estudiante ese deseo por avanzar y para ello las actividades propuestas también deben ser progresivas en complejidad y abstracción, de manera que pueda ir asimilando los contenidos, desde que los capta y concientiza hasta que los consolide en su estructura mental.

Responde a una lógica de la apropiación de los contenidos.

Es un camino lógico y sistemático, que nos guía en el aprendizaje, vale decir, transitamos desde lo que conocemos hacia lo nuevo por conocer, hasta alcanzar competencias en el qué, el cómo y el para qué de la ciencia y el ámbito de desempeño.

Entonces, el foco está en la forma de enseñar esos contenidos, en el uso de metodologías y estrategias que faciliten el proceso. Veamos…


¿Cómo se promueve la autogestión mediante la enseñanza aprendizaje?


Una de las alternativas es usar una metodología basada en la investigación, mediante la cual se fomenta el desarrollo de saberes, habilidades, actitudes y valores investigativos, de pensamiento y lenguaje cuyo resultado se manifiesta en competencias de la autogestión del aprendizaje.

Se parte de la observación y reflexión sobre el objeto o la situación de estudio, se activa el reconocimiento y la comprensión Desde allí se fomentarían habilidades como las analíticas, interpretativas, evaluativas y explicativas, a través de tareas de identificación, abstracción, valorativas, discusión, entre otras, indispensables en la sistematización y argumentación de los contenidos.

Es un proceso en espiral creciente de aprendizaje que debe pasar de una interpretación personal a ser compartida y confrontada con sus pares, interacción que induce a volver la mirada al objeto, sistematizarlo y argumentarlo desde otro nivel, en la medida que las tareas relacionen contenidos previos con los dados, gradualmente más ricos y complejos, a la vez que son problematizados para objetivarlos e instrumentarlos.

Esto es, vamos asimilando, aplicando y generalizando en una construcción progresiva de los conocimientos esperados. De manera que constantemente formulemos hipótesis destinadas a comprender, organizar, comunicar y aplicar los conocimientos, revelando una lógica investigativa.

Por consiguiente, no solo se trata de investigar o de aprender métodos y procedimientos sino del desarrollo de un pensamiento complejo con el logro de competencias argumentativas y comunicativas, que van en consonancia con un espíritu investigativo que afronta y supera los desafiadores tiempos que devienen

Llevar a la práctica personal y profesional los conocimientos así aprendidos requiere de la capacidad de integrar y crear, a través de una cultura (actitud y aptitud) investigativa, donde se tome a la investigación como eje articulador e implícita en todo proceso enseñanza aprendizaje y no como mero proceso investigativo.

Fundamental para el logro de la autogestión del estudiante es la evaluación de sí mismo, la toma de conciencia sobre su actuación cierta o errónea, de sus propios recursos para el aprender, por lo que la atención debe estar centrada en actividades que promuevan la autorregulación. 


En la medida que esto se haga continuo se irá autorregulando ese modo de proceder, pudiéndose lograr la persona que la sociedad demanda, con las cualidades necesarias para enfrentar y anticiparse al devenir, así como dar soluciones responsables y viables en todos sus ámbitos de desempeño.

Como docentes debemos posibilitar ese proceso y el aprendizaje de habilidades y competencias, así como la verificación de su logro mediante técnicas que promuevan la participación, con actividades enfocadas hacia la significatividad y contextualización de las situaciones en relación con la teoría y la práctica que les da sentido.


La dinámica de la formación desde esta perspectiva, implica trabajar sobre una lógica de apropiación del contenido y una lógica de la investigación formativa, que se nutren en el espacio formativo de estrategias didácticas favorecedoras de todo el proceso.


Es una dinámica que debe responder a esas lógicas dadas por su estructura organizativa y relaciones conceptuales y procedimentales para su comprensión.

Implica a modo de resumen, planificar un proceso centrado en el estudiante, considerando su nivel inicial de desarrollo para programar situaciones de aprendizaje, familiarizarlo con los contenidos y metodologías con ayuda didáctica, hasta que pueda actuar solo, creativamente, así como comunicar sus ideas y experiencias.


¿Qué puedes aportar?...



[i] SALAZAR-CORASPE, J. (2009) Metodología para la Autogestión del Aprendizaje a través de los Materiales Autoinstruccionales. Tesis doctoral presentada para optar al título de doctora en Ciencias Pedagógicas. Universidad de Oriente. Santiago de Cuba.

Imagen de Jonny Lindner en Pixabay 

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