¿Cómo seguir aprendiendo a lo ancho y largo de la vida?
Un componente ya internalizado en la comunidad de
teóricos que trabajan con el tema formativo es lo correspondiente a la
necesidad de formar a las personas con las suficientes competencias que le
permitan constituirse en sujeto activo de su aprendizaje y de su formación. Por
ello, cada vez más, los educadores buscan introducir en sus programas elementos
que promuevan en sus estudiantes el aprender a aprender y a gestionar ese
aprendizaje.
Revisando bibliografía al respecto, en diferentes
autores se suele encontrar el uso del concepto autogestión del aprendizaje
relacionado, entre otros, con la autonomía y la metacognición; en muchos casos empleados
en forma indistinta, aún cuando existen matices sutiles pero diferenciales
entre ellos, en mi opinión.
En tal sentido, en este primer escrito nos acercaremos
al significado de la autogestión del aprendizaje en su relación con esos otros
conceptos y cuáles son sus características principales.
¿Qué es autogestión del aprendizaje?
Coincidiremos en la idea que, un estudiante de
cualquier ámbito educativo debe ser necesariamente responsable de su estudio y
gestor de sus conocimientos, a fin de viabilizar la formación de un profesional competente, autónomo,
en permanente actualización durante toda la vida y que despliegue todos esos
conocimientos en su práctica profesional y comunitaria.
Para ello, será preciso que internalice procesos y procedimientos
que lo induzcan a ser sujeto activo y constructivo.
Afirmación que ha generado discusiones relativas a sí todos los estudiantes poseen la misma capacidad o disposición o la oportunidad de tener ese comportamiento de autogestionar su aprendizaje y sí la misma institución educativa promueve tal condición, priorizando la búsqueda del desarrollo de esa competencia.
Evidentemente, el estudiante se involucra en un
proceso de construcción y re-construcción de conocimientos que le es natural,
por lo que en principio, cuenta con las herramientas y mecanismos inherentes a
su condición de aprendiz.
Por otro lado, es obligación de la institución
enseñar al estudiante a aprender de manera estratégica y efectiva, proveyéndole
las condiciones con carácter formativo en su triple objetivo: saber, hacer y
ser, sintetizado en la convivencia; además, de mediar desde diferentes niveles de ayuda que lo guíen por
ese camino, para que sea capaz de alcanzar lo propuesto.
Es innegable la responsabilidad directa del estudiante para aprender asumiendo retos y la obligación de comprometerse con una
actuación acorde en respuestas a esos retos, porque dispone de los
conocimientos, habilidades, actitudes y valores necesarios para ello. El éxito de la enseñanza estará en la medida que logre
incrementar ese potencial, mejorar esas condiciones innatas para que tome
conciencia de su propia realidad y del contexto y a partir de allí pueda gestionar
su labor frente a las circunstancias que afronte.
A partir de esta breve ilustración podemos hacer un
alejamiento conceptual de la autonomía, la metacognición y la autogestión del
aprendizaje. Trate de reflexionar sobre ello en el contexto de su clase, de sus
estudiantes y de usted mismo.
¿Autogestión del Aprendizaje, Autonomía o Metacognición?
Desde mi perspectiva, la autonomía es una competencia global, compleja, expresada en un comportamiento
independiente de la persona para saber aprender a lo largo de la vida, asumir
decisiones sobre sí misma y hacer uso efectivo de esa independencia. Esto
implica haber aprendido procesos y herramientas a fin de aplicarlas consciente
e intencionalmente para administrar su actuación frente a cualquier situación.
La metacognición por su parte, es un proceso que capacita a una persona a tomar la
debida distancia del objeto de aprendizaje para comprender su significatividad
y darle sentido (representación) en función del contexto histórico cultural en
el que se desenvuelve, disponiendo de estrategias (acción) que le permitan
también comprender nuevas situaciones[i].
Es en otras palabras, una
toma de conciencia de qué, cómo y para qué se aprende. ¿Estamos de acuerdo? ¿Puede aportar otra visión?
En tanto que, siendo el aprendizaje un proceso que se da en el interno de cada persona como producto de la
interacción con mediadores (ella misma, docentes, compañeros, expertos…), su autogestión va encaminada a la organización,
administración y monitoreo de ese aprendizaje Por lo que se plantea objetivos, planifica acciones, administra sus
propios recursos, encauzándolos hacia el logro de esos objetivos, evalúa su
actuación y el cumplimiento de todo el proceso para ajustar según corresponda, mediante la activación de mecanismos motivacionales,
cognitivos y metacognitivos.
Podríamos decir entonces que esta autogestión del aprendizaje es parte esencial de la autonomía y uno de sus componentes fundamentales es la metacognición.
¿Cuáles son las características básicas de la autogestión del aprendizaje que deben ser consideradas en la formación?
Los elementos representados en la motivación, orientación y regulación caracterizan a la autogestión del aprendizaje[ii]. Todo lo cual debe tomar una presencia importante como ejes de la enseñanza y aprendizaje.
La motivación engloba: compromiso, persistencia y responsabilidad; elementos fundamentales en el estudiante para vincularse con las actividades que realiza y sentir que cubren sus expectativas en razón a su desarrollo personal-laboral-social, a que cada paso ejecutado lo lleva a satisfacer sus necesidades e intereses de aprendizaje, la participación y el progreso.
Con respecto a la orientación, ésta brinda al
estudiante las formas y vías de cómo aprender, sobre el conocimiento y manejo
de los objetivos, la tarea y los procedimientos. Esto es lo relativo a los
elementos cognitivos.
Finalmente, la regulación viene expresada en la posibilidad
del estudiante de hacer seguimiento de sí mismo, de los procesos y los
productos, así como de la misma situación del aprendizaje, a partir de la toma
de conciencia sobre su motivación y de cómo se conoce. Proceso que conlleva
mecanismos metacognitivos.
En consecuencia, el proceso formativo debe imbricarse de estrategias
motivacionales, cognitivas y metacognitivas. Con las primeras se pretenderá
inducir al aprendizaje, relacionando éste con la importancia de realizar las
tareas y la expectativa de logro del estudiante, así como con el conocimiento
de las propias capacidades para culminar con éxito esas tareas, entre otras
consideraciones.
Las cognitivas y metacognitivas podrían relacionarse con las llamadas por
Díaz-Barriga y Hernández[iii]
de enseñanza y de aprendizaje respectivamente; por cuanto, con las primeras el
docente enseñará contenidos, saberes y procedimientos activando los procesos
que permiten aprenderlos y con las segundas, el estudiante aprenderá a usarlos
en las situaciones correspondientes al movilizar e impulsar intencionalmente
ese aprendizaje en forma más expedita.
Fundamental para el logro en el estudiante de la autogestión del
aprendizaje es no sólo saber indagar, acceder a la información y utilizarla en
diferentes escenarios sino también la evaluación de sí mismo, la toma de
conciencia sobre su actuación cierta o errónea, de sus propios recursos y del
entorno para el aprender, por lo que la atención debe estar centrada en
actividades que promuevan la autorregulación (autoindagación, autocorrección,
autodirección).
Desde esta perspectiva, en la escuela, los
profesores deben apropiarse de ese concepto, enseñar no solo contenidos sino
procesos para que una vez internalizados por los estudiantes puedan aplicarlos
en cada nueva situación. Las estrategias en general deben
abarcar intencionalmente tres fines:
1. Identificar la situación, lo que el estudiante tiene y lo que se busca
2. Administrar y controlar tanto lo existente como el procedimiento para lograr el objetivo
3. Valorar procesos, productos y recursos.
1. Identificar la situación, lo que el estudiante tiene y lo que se busca
2. Administrar y controlar tanto lo existente como el procedimiento para lograr el objetivo
3. Valorar procesos, productos y recursos.
En otras entradas seguiremos ahondando en este tema. ¿Alguna sugerencia? Favor en comentarios...
[i]
DÁMASO-BORGES y SALAZAR-CORASPE (2016). La Formación Integral en
Educación a Distancia. Dos visiones de un mismo proceso. Editorial Académica
Española, España. ISBN: 978-3-8417-6394-5.
[ii] SALAZAR-CORASPE
(2014). Orientaciones para el Diseño de los Materiales Didácticos. Metodología
para la autogestión del aprendizaje. Editorial Académica Española, España.
ISBN: 978-3-659-00684-5.
[iii] DÍAZ-BARRIGA,
F. y HERNÁNDEZ, G. (1999). Estrategias Docentes para un Aprendizaje
Significativo. Una interpretación constructivista. 2da. Edición. México: McGraw
Hill.
Queda claro que como docente tenemos que dar lo mejor de nosotros, como personas pedagogas. Para lograrlo basta con retroceder en nuestra memoria a cuando nosotros fuimos alumnos, ¿de qué manera los maestros con nosotros? ¿ qué nos gusto, qué no nos gustó? Y entonces a ponernos en marcha reforzando nuestros conocimientos, cambiando lo que no fue de nuestro agrado y sobre todo motivando a los alumnos a aprender para que les se fácil desarrollar la metacognicion. Que curiosamente nosotros en ese momento haremos uso de ella, de la metacognicion.
ResponderEliminarEs una buena estrategia la de recordar a nuestros maestros y pensar ¿Cómo nos hubiese gustado que fueran? ¿Qué cambiaría de ellos? y sobre todo ¿Qué y cómo aprendí? ese "cómo" es fundamental, es el nivel estratégico para saber qué, cuándo, dónde y por qué usar ciertos aprendizajes. Te invito a leer otras publicaciones donde trato más información sobre la autogestión. Gracias por el comentario...
EliminarLo que entendí fue que la autogestión del aprendizaje se entiende como la situación en la cual el estudiante como dueño de su propio aprendizaje
ResponderEliminarSi, es dueño de aprender dónde y cuándo quiera porque ha aprendido a manejar sus elementos motivacionales, cognitivos y metacognitivos. Gracias por tu intervención, te invito a leer otras publicaciones en el blog, con más información sobre este tema.
EliminarBueno lo que yo entendí sobre está lectura es que la autogestión es muy importante en la formación de cada uno de nosotros,cada quién es responsable de sus estudios , conocimientos y responsabilidades , la autogestión también nos ayudará a formarnos como una muy buena persona, competente, profesional,etc.
ResponderEliminarY que todos los conocimientos adquiridos podamos aplicarlos aló largo de nuestros estudios, trabajos y sobre todo aló largo de nuestra vida.
Formación es desarrollo, en lo que sabes, haces y eres, en cualquier ámbito de la vida. Por lo que aprender a gestionar nuestro aprendizaje redundará en la formación permanente, a lo largo (años de edad) y ancho (en los escenarios de desempeño) de nuestra vida. Te invito a interactuar en mis otras publicaciones, temas relacionados con la formación y la autogestión. Gracias por participar...
EliminarEn primer lugar, no podemos enseñar, lo que no comprendemos, y creo que si bien podemos formalizar algunos elementos que son de formación base, entendiendo por esto ultimo por ejemplo conocer lo que es la gestión, debemos no solo entregar aspectos que lleven al estudiante a considerar el desarrollo de la autogestión, si no que debemos entregar herramientas que permitan realmente al estudiante el desarrollar su autogestión para si evidenciar dicha labor. Muy buen resumen del concepto en cuestión.
ResponderEliminarSi, "no podemos enseñar, lo que no comprendemos", por ello es importante que podamos aprender a aprender para enseñar. Es fácil? no, estamos inmersos en una cultura de aprendizajes de contenidos, obviando el aprendizaje de estrategias. Es difícil? tampoco, es cuestión de practicar, introducir pequeños cambios e ir reflexionando sobre lo que hacemos y sobre todo, como lo hacemos, valorando todo el proceso y los resultados obtenidos. Gracias por compartir, te invito a leer otras publicaciones relacionadas.
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