Hay
una máxima que nos indica que no puedes dar lo que no tienes. Igual nos pasa
con la enseñanza, no puedes enseñar a aprender si antes no has aprendido a aprender
y a enseñar.
En
este post me referiré tanto al aprender a enseñar como al enseñar a aprender,
todo lo cual lleva implícito, desde mi perspectiva, el aprender a aprender.
Comencemos por este.
¿Qué significa aprender a aprender?
Implica
necesariamente saber y actuar proactivamente en la gestión del propio
aprendizaje, con el conocimiento y uso de los recursos disponibles, tanto
personales como del contexto; esto es, emprender y perseverar en una actividad,
hasta llevarla a término.
Observando
con detenimiento, reconocemos mecanismos motivacionales, cognitivos y
metacognitivos. Esta conjunción se relaciona con una conciencia metacognitiva que
incide en el aprendizaje permanente y, por consiguiente, en la actualización y
transferencia de lo aprendido al contexto.
En
otras publicaciones he comentado sobre esto. Los motivacionales involucran el compromiso,
persistencia y responsabilidad para vincularnos con las actividades realizadas
y sentir que cubren nuestras expectativas. Los cognitivos, nos dan las formas y
vías de cómo aprender, sobre el conocimiento y manejo de los objetivos, la
tarea y los procedimientos.
Por
último, la metacognición, responde a la toma de conciencia sobre lo
motivacional y lo cognitivo; nos permite el control y seguimiento de los
procesos (internos/externos) y productos, así como de la misma situación del
aprendizaje.
No
solo es aprender contenidos y procedimientos, sino que es necesario aprender
estrategias para seguir aprendiendo intencional y voluntariamente, a lo ancho y
largo de nuestras vidas. En este aprendizaje continuo es vital desaprender y
reaprender.
Lee Enseñar y aprender estrategias con estrategias
Lee Aprender a desaprender y reaprender
¿Aprender es requisito esencial para enseñar?
Es fundamental
tener claro el marco de la enseñanza: Cómo diseñar las condiciones para que tus
estudiantes aprendan y, en esta medida, internalicen las estrategias que les
posibiliten seguir aprendiendo y, obviamente, saber de tu materia o asignatura.
Aprendemos
las teorías que nos permitan orientar y dirigir la enseñanza, esa ayuda
pedagógica que debemos prestar al estudiante en su encuentro con el
conocimiento, en un lógico equilibrio entre la teoría, lo vivencial y la acción
para la transformación social, de forma que facilite alcanzar su desarrollo con
probabilidades de éxito.
Es
otra manera de estudiar la teoría, bajo una nueva mirada crítica y creativa,
porque enseñar no es seguir la teoría, es encontrarla en cada realidad
observada para validarla o transformarla; alejarse de ésta, mirarla con otra
perspectiva y repensarla.
Aprender
a enseñar nos obliga a pensar,
reflexionar y aplicar la heurística en los aspectos y problemas que inciden en
el hecho educativo e interpretarlos tomando en consideración sus dimensiones
espacio-tiempo e implicaciones futuras; así como, a pensar en lo
que hacemos y como lo hacemos, a fin de
proponer y validar acciones factibles.
Significa
que, debemos saber estar, pensar y actuar en un mundo complejo e incierto.
Significa también, mantener una actitud y
aptitud de
búsqueda continua que nos permita ver y sentir los retos como un desafío y no
como dificultad.
Lo anterior
se desarrolla, de manera que
constantemente llevemos adelante acciones tendentes a organizar, comprender, aplicar
y comunicar los conocimientos que se van construyendo. En la medida que se haga
continuo y consciente se irá autorregulando este modo de proceder.
Enseñar a aprender.
Sí
hemos aprendido a aprender será mucho más fácil enseñar a aprender. Entonces,
cuando enseñamos a aprender, enseñamos a indagar, comprender, transferir y
expresar los conocimientos, ideas y posiciones, posibilitando la cooperación. No
olvidemos que el aprendizaje es tanto personal como social.
Enseñamos a reflexionar sobre lo dado, lo hecho y lo conseguido, así como las circunstancias, incluyendo los errores y lo fallido. En este tenor, a comprender las motivaciones, reconocer los recursos implícitos, manejar las informaciones, a tener la capacidad de crear conocimientos en forma autónoma y a defender posiciones.
Para
ello, debemos crear las condiciones propicias para que todo eso sea posible;
condiciones que abarquen la diversidad estudiantil y los objetivos de
aprendizaje, en un contexto determinado.
En esta
perspectiva, incluyo mi frase: investiga, aprende y enseña. Mas que investigar
como tal, se trata de usar la lógica investigativa a fin de posibilitar el
logro de esa aptitud y actitud indagatoria, con mente abierta, para saber el
qué y el cómo de las cosas y con este conocimiento, enseñar.
En conclusión,
desde un aprendizaje constructivo y significativo, la enseñanza como proceso
mediacional y el enfoque competencial, asumimos:
Aprender a aprender supone comprender cualquier situación y saber usar los recursos disponibles, en respuesta a lo que dicha situación demande; lo cual incide en el autodesarrollo y el aprendizaje permanente.
Aprender a enseñar supone conocer de la materia y cómo hacer para que el estudiante la aprenda desde el saber, hacer y ser, en la medida que es activo y constructivo.
Enseñar a aprender supone mediar en la gestión y control de los procesos de aprendizaje de los estudiantes, orientándolos y potenciándolos para que aprendan a autogestionarlos.
Te invito
a leer otras publicaciones de este tema en el blog y a interactuar para
aprender juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario