¿Aprendemos desde una sola mirada o recorremos un camino lógico?
Está claramente establecido, en las diferentes referencias bibliográficas que se consulten, lo he comentado en otros escritos, que los temas tratados en cualquier proceso enseñanza aprendizaje están identificados con la cultura del entorno social, laboral y personal de los aprendices, lo que implica su desarrollo individual en la medida que se da la socialización.
Los contenidos de los temas representativos de la cultura
no pueden seguir siendo usados para su reproducción, sino como vías y metas
para el impulso del desarrollo de saberes, habilidades, actitudes y valores, y
la re-creación de esa cultura respectivamente.
Con esta visión, en esta entrada
escribiré acerca de cómo el estudiante se apropia de la cultura, mediante el
uso de actividades y estrategias, de manera que la pueda asimilar, transformar
dentro de sí y la proyecte en su contexto de una forma revalorada, mediante la
acción formativa.
¿Cómo se manifiesta el proceso de apropiación del contenido?
Antes que nada, destaco varias
consideraciones vitales para esta lógica que seguimos en la apropiación del
contenido.
Sí el aprendizaje es producto de
una reestructuración mental del estudiante, donde pasa de un estado inicial
conformado por sus conocimientos hasta ese momento, a un estado final después
que ha asimilado y consolidado los nuevos conocimientos, no cabe duda, que las
situaciones de aprendizaje deben organizarse para que los nuevos contenidos se
vinculen con el saber vigente y éste sirva de andamiaje a fin de obtener los
objetivos propuestos.
Sí los contenidos están
coherente y secuencialmente organizados e interrelacionados, lo científico-cotidiano
y la teoría-práctica, de lo más general a lo específico, de lo concreto a lo
abstracto y engarzados con el saber del estudiante, se facilitará su
aprendizaje.
La estructura instruccional entonces
debe responder a un avance gradual y progresivo, donde cada elemento se
relacione lógicamente con el resto y adaptado al contexto del estudiante para
que pueda ser comprensible, significativo y motivante a la vez.
Tener esto presente es
fundamental en toda dinámica formativa, el aprendizaje está directamente
relacionado con el contenido y el mismo estudiante mediante los métodos y
estrategias correspondientes. Ustedes lo saben, sin embargo, no está de más
recordarlo.
¿Qué implica todo
lo anterior?
Que cuando el
estudiante participa en una situación de aprendizaje atraviesa diferentes
estadios progresivos que se sustentan entre sí, que lo van llevando desde un
punto de inicio a un final; simbolizan el continuo del proceso de aprendizaje,
en tanto representa el avance de este estudiante en su relación con los
contenidos, gradualmente más complejos y cohesionados (los nuevos contenidos
con los previos), lo cual le va dando niveles de profundidad.
Así tienen lugar tres fases, no necesariamente
separadas entre sí, que las he denominado captación, concientización y
consolidación por la representatividad de lo que sucede en cada momento.
En la captación se produce el primer contacto con el objeto de
conocimiento, desde su percepción para comprenderlo; la concientización, da cuenta de haber adquirido mayor conocimiento sobre el mismo, lo que se quiere y de cómo actuar; con la consolidación
se ha afianzado e internalizado ese objeto, lo que significa su comprensión.
Obviamente es un proceso
permanente y ascendente.
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En cada una, debemos planificar las estrategias de manera que el estudiante vaya ascendiendo progresivamente hacia el aprendizaje de determinado tema o contenido y posibilitar el tránsito desde un nivel inicial con su ayuda, hasta el final con menos ayuda.
¿Cómo significamos estas tres fases en la dinámica de formación y la autogestión del aprendizaje?
- Captación: Implica el primer encuentro con los nuevos conocimientos, el reconocimiento de lo que sabe y el uso de procedimientos más sencillos y ajustados a su inmediatez. El estudiante puede en esta fase identificar y comprender hechos o información concreta sobre los pasos que realiza para estudiar, la planificación del estudio y la ejecución de una tarea.
- Concientización: El estudiante tiene mayor comprensión de su propio proceder y necesidades, así como de las situaciones. Sobre la base de la captación, ya empieza a organizar la información necesaria sobre los aspectos afines y las condiciones para ejecutar la tarea o el estudio, relacionar varias situaciones, darles significado, comparar y evaluar para determinar cuáles son los procedimientos más ajustados a dicha ejecución.
- Consolidación: Ya puede establecer explícita e intencionalmente relaciones y construcciones de nuevas propuestas, en el entendido que ha habido una internalización de los contenidos y procedimientos; el estudiante posee más dominio en la selección y aplicación de estrategias para el estudio y el aprendizaje, en la ejecución de la tarea y la identificación de alternativas de solución. Esta nueva conducta se hace automática, pasa a formar parte de sus esquemas.
Conocemos muchas estrategias que se pueden seleccionar,
en atención al contenido, para facilitar este tránsito por las tres fases.
Las más apropiadas serán aquellas relacionadas con la
intención del aprendizaje, que respondan a una secuencia didáctica lógica, al
tratamiento del contenido con respecto a su tipología, a la toma de conciencia
del estudiante sobre la actividad, el procedimiento a utilizar y su propio
proceder ante lo que se le pide.
En tal sentido, se sugiere usar
estrategias que presenten varias opciones al estudiante en atención a las fases
de apropiación del contenido y la promoción de la investigación, que den cuenta
del aprendizaje en nivel ascendente de complejidad y profundidad, de una menor
a una mayor independencia cognoscitiva y autorregulación del estudiante.
Cualquier idea que quieras expresar,
dejarla en comentario. Gracias…
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