Autogestión del aprendizaje: resultado de la relación entre procesos lógicos y estratégicos

La dinámica formativa debe concebirse, como he venido señalando en otras entradas, para favorecer el desarrollo del aprendiz, por lo que debe ser tanto estimulante y orientador como potenciador de las estructuras mentales y, por ende, de la independencia cognoscitiva en búsqueda de la autogestión del aprendizaje.

¿Qué procesos están implícitos en el logro de la autogestión del aprendizaje?

La apropiación del contenido y la investigación formativa a través de las estrategias didácticas imbrican el proceso formativo, con elementos lógicos y estratégicos que estimulan, orientan y potencian la creación y re-creación de conocimientos en los estudiantes a través de una gestión voluntaria de sus aprendizajes.

Procesos que llevan a la autogestión del aprendizaje*

Lee el contenido de este post con la vista puesta en tu experiencia y reflexiona…

¿Cómo se da la relación de los procesos lógicos y estratégicos en función de la autogestión del aprendizaje?

Es importante que el estudiante se sienta capaz de controlar las condiciones intervinientes en su aprendizaje y explicitar las situaciones, para atreverse a realizar una actividad con probabilidades de éxito.

La autogestión del aprendizaje está referida a: Ø  Auto-motivación. Relacionada con necesidades, intereses, expectativas y autoconcepto, representada en la persistencia, responsabilidad y compromiso para aprender Ø  Auto-orientación. El conocimiento y manejo de los objetivos, la tarea y los procedimientos le brinda al estudiante las formas y vías de cómo aprender Ø  Auto-regulación. La conciencia sobre la propia motivación y de cómo se conoce, le posibilita al estudiante el control de sí mismo, de los procesos y los productos, así como de la misma situación del aprendizaje.

 

Por ello, necesita aprender a dirigir las acciones al logro de metas específicas que son impulsadas por procesos interiores, motivantes y cognitivos, a través de estrategias que propicien una conciencia individual y la regulación de esos mismos procesos utilizados.

Con esta visión, la lógica de apropiación del contenido, proceso metódico desde lo didáctico, establece las indicaciones que permiten la problematización de la cultura al relacionarla con los problemas del campo profesional (dialéctica teoría-práctica) y la internalización del mismo contenido.

La lógica de apropiación del contenido representa la expresión de la intencionalidad derivada de las exigencias de los programas.

Esta lógica se relaciona dialécticamente con las estrategias cognitivas, las cuales orientan al avance del aprendizaje a través de la mediación. Permite organizar el ambiente de aprendizaje a través de ejercicios, tareas, lecturas y problemas que emplacen al estudiante a acceder al contenido a través de una independencia guiada.

A la vez que obtiene información, debe desarrollar habilidades indagatorias, de discriminación y organización de esa información para la construcción del conocimiento y la transformación de la realidad.

Por su parte, la lógica de la investigación formativa es un proceso metódico desde la acción investigativa, imbrica ambos procesos, confiriendo al estudiante la posibilidad de integrar, valorar y comprender los contenidos presentados, teniendo en cuenta lo nuevo más la cultura del conocimiento acumulado en sí mismo, con el propósito de crear, re-crear y aplicar conscientemente estos conocimientos a nuevos ámbitos.

La lógica de la investigación formativa expresa la intencionalidad del estudiante, derivada de la necesidad de apropiarse de su formación.

En la misma idea, esta lógica demanda la aplicación de estrategias motivacionales que evidencian, a través de la mediación, las condiciones (internas y externas) para el aprendizaje de los estudiantes, la relación contenido-cultura-profesión, la significatividad de los conocimientos, las expectativas y posibilidades de logros, que estimulen al desarrollo del estudio independiente.

Esta relación permite organizar el ambiente de aprendizaje, conjugando actividades que ayuden al estudiante a avanzar hacia una independencia autoguiada.

La investigación formativa, a mi entender, constituye la lógica integradora por su presencia transversal en ese proceso de formación, al delinear una forma de acercarse al objeto de estudio para su comprensión, la construcción de nuevos conocimientos y su transferencia, a través del contenido propio de su contexto (la profesión, la ciencia y lo social) y las mismas estrategias.

¿Qué conclusiones has ido elaborando en la medida de la lectura? Me gustaría conocerlas para que aprendamos juntos.

Como hemos visto, el proceso formativo demanda, además de los elementos lógicos, la aplicación de estrategias didácticas; específicamente, del tipo motivacional, cognitivo y metacognitivo. Recordemos.

   Las motivacionales estimulan la intervención del estudiante y mantienen su interés, asegurando una adecuada vinculación de éste con su aprendizaje a fin de abrir el camino y estimar el proceso desde sus expectativas en relación con su desempeño.

    Las cognitivas orientan las formas de intervención, evidenciando la manera de enlazar la cognitividad con las condiciones (propias y del contexto) del aprendizaje.

   Las estrategias metacognitivas articulan las dos anteriores, al posibilitar la valoración, regulación y potenciación de los saberes, habilidades y actitudes conscientemente en función del propósito de la actividad formativa.

De lo explicado en este post, se definen como relaciones de la dinámica formativa que inciden en la autogestión del aprendizaje, las que emergen entre:

1. La lógica de apropiación del contenido y de la investigación formativa que definen el carácter lógico del proceso de formación.
2. Las estrategias cognitivas, las motivacionales y las metacognitivas que definen el carácter estratégico de dicho proceso.

En definitiva, lo lógico le da al estudiante la secuencia que debe seguir para acercarse y comprender el objeto de estudio de manera de apropiarse de los contenidos. Lo estratégico, las condiciones (personales y del contexto) más expeditas que deben activarse para lograr esa comprensión.

Al internalizar tanto las lógicas como las estrategias, aplicándolas voluntariamente, el estudiante podría ser capaz de autogestionar su aprendizaje y, por consiguiente, apropiarse de su formación.

Esto es, un proceso relacional que proporciona un contexto referencial metodológico para la organización del ambiente de aprendizaje que favorece la autogestión del estudiante en su aprendizaje.

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*Imagen adaptada de Pixabay