Desde lo ya señalado previamente, en el aprendizaje entran
en juego habilidades y condiciones mentales e instrumentales del pensamiento, el lenguaje y la
investigación, la cual debe constituirse en su eje articulador. Este proceso
es compatible con la formación del recurso que la sociedad de hoy demanda; dado
que posibilita asumir una posición reflexiva, crítica, anticipatoria y promotora
de cambios en su desempeño personal, laboral y social.
Como
ejemplo están las propuestas de autores como Gagné,
Trowbridge y Bybee, Kolb, entre otros. Estas referencias permiten conformar 4
momentos de la dinámica formativa: vinculación con la situación de aprendizaje,
procesamiento de la información, aplicación del conocimiento y evaluación para
realimentar.
Entonces,
siguiendo mi
desarrollo en diferentes entradas, la investigación formativa se estructura desde los mismos
procesos de la investigación como eje articulador de la enseñanza aprendizaje,
que busca formar individuos capaces de movilizar intencionalmente su proceso
constructivo y de aprendizaje, así como de mayor posibilidad de apropiarse de
su formación. De esta forma se desarrollaría la capacidad
de aprender y de gestionar el propio conocimiento.
¿Cómo se estructura la investigación formativa?
He considerado que existen cuatro
dimensiones en la investigación formativa para la construcción
del conocimiento mediante el aprendizaje, en las cuales el sujeto ejecuta
acciones del intelecto, comunicacionales e investigativas; las dos primeras
(pensamiento y lenguaje), como recíprocas y potenciadoras de lo investigativo.
Esas
dimensiones: observación reflexiva, sistematizadora, argumentativa y
generalizadora, así como sus procesos internos se han conformado e integrado
desde los procesos formativos e investigativos, de acuerdo a lo expuesto por autores
referenciados (en Salazar-Coraspe[i]
y en varios textos de este blog) sobre la formación y la investigación
como proceso didáctico.
De
lo formativo se asume el carácter constructivo del conocimiento y la relación
teoría práctica, lo que conlleva acciones de reflexión, sistematización,
comprensión y transferencia.
De
lo investigativo, se toma el mismo proceso de construcción de conocimiento y
solución de problemas, desde una práctica de indagación y reconocimiento de la
realidad; formulación de hipótesis; recolección, análisis e interpretación de
la información para su comprensión; aplicación de teorías, soluciones y toma de
decisiones; comunicación de resultados y defensa de las posiciones particulares.
Relaciones y procesos de la investigación formativa |
En
general, las dimensiones y procesos de la investigación formativa que
identifico las describo de la siguiente manera:
· Observación Reflexiva:
procedimiento enfocado a realizar operaciones de conocimiento, mediante la
articulación de una percepción voluntaria de la realidad y una adecuada
codificación, a fin de reflexivamente captar su significado en un determinado
contexto. El reconocimiento, la exploración y la clarificación son sus procesos
básicos.
·
Sistematizadora:
representada por la reconstrucción de la realidad desde su teoría-práctica en
el marco teórico, para analizarla e interpretarla críticamente a fin de
encontrar resultados válidos de acuerdo al objetivo propuesto. La organización,
el análisis y la interpretación son sus procesos básicos.
· Argumentativa: permite la
organización cognitiva del razonamiento dialógico, donde el que expone sustenta
sus ideas y posición acerca de un tema para convencer a un receptor, según
parámetros y recursos para tal fin, en un contexto social determinado. La
evaluación, la confrontación y la comunicación son sus procesos básicos.
· Generalizadora:
se da en el ámbito de la aplicación y transferencia de conocimientos a nuevas
situaciones y problemas, en estratos crecientes de construcción e internalización.
Sus
procesos básicos son justamente
la síntesis, la aplicación y la internalización.
La
idea que subyace a la investigación formativa, como metodología didáctica, es
colocar al estudiante frente al conocimiento no transmitido como tal sino
problematizado, de manera que induzca a esa activación del pensamiento con un
movimiento que vaya y venga desde lo que conoce a lo desconocido, una
observación reflexiva que lo obligue a descubrir caminos para enfrentarse a
nuevas tareas y buscar soluciones, sistematizando el contenido y argumentándolo
para progresivamente ir alcanzando conocimientos, competencias y procedimientos
generales de la ciencia, específicos de su profesión y de los distintos
escenarios por donde transite.
Con este procedimiento, en forma gradual y sucesiva, se podrán ir consolidando los conocimientos y generando nuevas situaciones de aprendizaje para seguir creando y recreando la cultura, al mismo tiempo que construimos nuestro propio proyecto de vida.
Todo
este proceso representa la lógica de la investigación formativa, que se
sustenta en el uso de contenidos o de la cultura bajo parámetros de coherencia
y organicidad para que el estudiante transite por caminos y ámbitos conocidos
hacia los desconocidos, lográndose un aprendizaje tanto de saberes y
procedimientos como de habilidades, actitudes y valores que podrá ir
internalizando y regulando en la medida de su aplicación.
En tal sentido, se deberán desplegar estrategias
didácticas para desarrollar esos procesos de la investigación formativa
(tema que trataré más adelante) en la dinámica de enseñanza aprendizaje.
[i] Salazar-Coraspe, J. (2014).
Orientaciones para el Diseño de los Materiales Didácticos. Metodología para la
autogestión del aprendizaje. Editorial Académica Española, España. ISBN:
978-3-659-00684-5.
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