Es conocido que la enseñanza es un proceso intencional,
sistemático y organizado para el logro del aprendizaje. Es una responsabilidad
compartida entre docentes y estudiantes, aunque la enseñanza formal es
responsabilidad directa de los primeros y el aprendizaje de los segundos.
Esa organización, que parte de
los objetivos y contenidos, es pensada en forma gradual y ascendente, como
un reto para que el estudiante acceda a los mismos de manera natural y activa.
En ello juegan papel trascendente
las estrategias con sus actividades y recursos; las cuales deben ser
accesibles, variadas y atendiendo a la diversidad estudiantil, para conformar un
ambiente de aprendizaje propicio, dinámico y efectivo.
¿Qué y cuáles son las estrategias didácticas favorecedoras del aprendizaje significativo?
El ambiente de aprendizaje debe favorecer la
relación expresa entre contenidos enseñados y el estudiante y, la activación
en éste de los mecanismos que hagan posible el nuevo conocimiento, una
representación mental distinta que reestructura lo ya conocido, como
resultado de un aprendizaje significativo.
¿Qué son las estrategias didácticas?
Podríamos decir en general que, las estrategias didácticas son herramientas
o acciones que facilitan la interacción entre los elementos de la triada
didáctica: docentes, estudiantes y contenidos, a fin de alcanzar
determinados objetivos y lograr el aprendizaje deseado.
De ahí que muchos autores expongan una tipología dual: las de
enseñanza y las de aprendizaje. Las primeras son las que ejecuta el docente y
las segundas el estudiante, ambas con la misma finalidad, promover el
aprendizaje de ciertos contenidos y la construcción o re-construcción de los
conocimientos.
Adicional, las estrategias didácticas llevan otra distinción, el
momento en que se usan: al inicio, en el desarrollo o al cierre de la clase
(ver como ejemplo las estrategias preinstruccionales, coinstruccionales y
postintruccionales)[i]. Eso
no significa que todas las estrategias sean unifuncionales y no puedan usarse
en momentos distintos; al contrario, muchas permiten cubrir varios fines. Solo
hay que ser consciente de ello.
Particularmente distingo tres tipos de estrategia, mencionadas en otras entradas: motivacionales, cognitivas y metacognitivas. Cada una con su función en el transcurso de una actividad instruccional y que en última instancia el estudiante debe aprender a usarlas en forma intencional para que pueda aplicarlas en forma permanente durante toda su vida. Obviamente, el docente debe enseñarlas conjuntamente con los contenidos.
¿Cuáles son las estrategias didácticas favorecedoras
del aprendizaje y la generación de conocimientos?
En la entrada de metodologías activas ya expuse algunas estrategias que favorecen un
proceso constructivo y personalizado dirigido a lograr un aprendizaje significativo,
donde el estudiante participa activamente poniendo en juego conscientemente sus
recursos motivacionales y cognitivos para enfrentar con éxito los retos que le
imponen desde la enseñanza y generar nuevos conocimientos.
En ellas resalta el papel activo
del estudiante, el abordaje de los contenidos y la contextualización de las realidades
de aprendizaje. Son tres elementos fundamentales entrelazados que
transforman la práctica tradicional de una clase para lograr en ese estudiante conocimientos,
habilidades y actitudes que reflejarán las competencias deseadas. Un movimiento
que incluye un salto cualitativo desde la situación inicial, la cual ha servido
de andamiaje para la consecución del nuevo estado.
Pensemos, además, que no existen fórmulas únicas en el diseño
y selección de estrategias, ni relación lineal entre éstas y las situaciones de
aprendizaje. Esto depende del estudiante, el objetivo, los contenidos y
procesos, en definitiva, del contexto de enseñanza aprendizaje; condicionantes
que generan una secuencia didáctica de las estrategias en el sentido de seguir
un orden lógico y flexible.
En mi opinión, distingo cuatro
momentos o niveles de comprensión de la realidad estudiada y la construcción de
conocimientos desde el estado inicial del estudiante hasta el final, lo
cual influye en la decisión de adoptar determinadas estrategias que fomenten el
aprendizaje deseado.
Veamos los niveles y ejemplos de
actividades:
- Reconocimiento, exploración y clarificación de los contenidos. Se pueden abordar actividades, en este primer nivel, que impliquen la identificación, caracterización y diferenciación, entre otras.
- Organización, análisis e interpretación de los contenidos. En este nivel, algunas actividades serían las que busquen ordenar y clasificar, reconocer relaciones y construir hipótesis de acción.
- Evaluación, confrontación y comunicación de los contenidos. Las actividades relacionadas con la valoración, emisión de juicios, comparativas y contrastes, explicación y diálogo son las representativas del nivel.
- Síntesis, aplicación e internalización de los contenidos. Un nivel donde se demuestra lo aprendido e incluye actividades de integración, transferencia, ejecución y cuestionamiento.
Estos niveles representan una secuencia lógica, cuyos momentos
se van cimentando sobre sí mismos, generando distintos modos de ver y
comprender una realidad, lo cual representa nuevos conocimientos.
Me gustó y me ha sido muy útil
ResponderEliminarMe alegra haber sido de ayuda. Si deseas que escriba sobre algún tema de esta naturaleza que no esté en mis publicaciones, avísame. Gracias...
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