En
esta línea se encuentran las metodologías basadas en proyectos, en
retos, en
problemas (en éste el Design
Thinking), método de casos, entre otras. La idea base es colocar
al estudiante ante una situación problémica contextualizada, real o ficticia,
para encontrarle una solución lógica, concreta y factible.
La investigación en la dinámica formativa*
En
este camino entran en juego procesos del pensamiento, del lenguaje y la
investigación. Se requiere razonamiento, reflexión y análisis de la situación
para su comprensión, sobre los recursos disponibles, de las posibles alternativas,
tomar decisiones acordes y oportunas y, presentar una solución, llámese
resultado o producto.
Evidentemente,
si el estudiante se ha motivado –una de las ventajas de las metodologías
activas-, siente la actividad como un desafío y ha participado activamente,
logrará un “aprendizaje constructivo” con la creación de conocimientos que
incorporará en su esquema mental, podrá aplicarlos a la situación que investiga
y a nuevos escenarios.