Uso en esta entrada los términos habilidades y competencias en línea con lo empleado en muchos de los textos y referencias actuales, algunos publicados en UNAcademia y Rincón del Diario Educativo; sin embargo, aclaro que no tienen el mismo significado y alcance. Para los efectos de esta nota, dirigida a conversar sobre la necesidad de formar ciudadanos que den respuesta a los problemas y se adapten a la realidad en cada momento de su vida, usaré el de competencias transversales.
(Publicada inicialmente el 31 de enero)
(Publicada inicialmente el 31 de enero)
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| Competencias transversales* |
Con respecto a las habilidades para el siglo XXI, desde EducarChile reconocen cuatro, conocidas como las 4C: Creatividad, Pensamiento Crítico, Colaboración y Comunicación. Incluso algunos autores agregan una quinta C, la del Pensamiento Computacional. Otros, también mencionan las habilidades blandas, relacionadas con la naturaleza personal, como el trabajo en equipo, el liderazgo y la resolución de conflictos.
Con otra visión, el Consorcio de Habilidades Indispensables para el Siglo XXl engloba las 4C en las competencias de aprendizaje e innovación y la 5C dentro de la competencia en manejo de información, medios y tecnologías de la información y la comunicación.
La justificación de la necesidad de prestar atención a estas y otras habilidades y competencias en la formación de ciudadanos autónomos, actualizados y proactivos, es que vivimos en un mundo complejo, cambiante, incierto y fundamentalmente, que la escuela tiende a ir rezagada de lo que acontece en su entorno y con predominio del aprendizaje de contenidos que pierden vigencia con mucha rapidez.
Formar a las personas para afrontar su realidad efectivamente en una vinculación natural entre educación y sociedad es prioritario, no ahora ni para el siglo XXI sino de siempre, solo que, en mi opinión, esta necesidad es más urgente hoy por la velocidad de los cambios, la incorporación de nuevas variables y el fenómeno de la globalización que complejiza mucho más la situación.
De ahí su incorporación al currículo escolar. Se pretende con esto, lograr determinadas competencias, aquellos conocimientos, habilidades, capacidades y actitudes relacionadas con las asignaturas, las del campo laboral y otras que deben adquirir todos los estudiantes sin importar los contenidos dados, potenciadas a través de todo el programa con una conexión vital con lo que acontece en su entorno vivencial.
Por ello, algunos autores las clasifican en generales y específicas o genéricas y específicas (proyecto Tuning). En el Parlamento Europeo se mencionan las que son claves para el aprendizaje permanente o competencias globales.
¿Cuáles son competencias transversales?
Todas estas competencias que le permiten a la persona adaptarse a su realidad y ser proactivos en su vida personal, social y profesional son las genéricas. Su transversalidad radica precisamente en que posibilitan el desarrollo personal para todos los ámbitos de actuación; su adaptación y, a la vez, el anticiparse a los cambios y complejidades de su contexto, a comunicarse, tomar decisiones, ser resolutivos en la gestión de los problemas, entre otros.
Ya hemos visto en los enlaces que no hay un acuerdo sobre cuáles serían las competencias transversales básicas a desarrollar en las escuelas. Sí nos centramos en los cuatro pilares de la educación, establecidos en el denominado Informe Delors, relativos al conocer, hacer, ser y convivir, así como aprender a gestionar cada uno, contamos con una referencia para identificarlas.
Dicho esto, estaremos de acuerdo que, en la formación debe propiciarse el aprender a aprender, competencia transversal que facilita la gestión del propio aprendizaje[i]. Solo así se promovería la actualización y educación permanente, por y para toda la vida, en escenarios no limitados al centro escolar o laboral.
Además del aprender a aprender, otro aspecto que toma importancia es la inteligencia emocional que subyace en todo comportamiento, incidiendo en la forma de asumir los riesgos, el pensar, el diálogo reflexivo y argumentado, las relaciones interpersonales y en general, en como comprender y responder ante el entorno.
Las competencias transversales complementan el desarrollo de las personas, in crescendo, al prepararlas para afrontar con efectividad y éxito las situaciones que se les presenten en cada uno de los ámbitos donde se desenvuelven, de índole personal, social, laboral, académico y de aprendizaje.
De eso se trata, las competencias transversales representan cualidades fundamentales, no limitadas a un tiempo determinado, cuyo fin es el uso estratégico de los recursos disponibles para resolver situaciones presentes y futuras.
[i] Salazar-Coraspe, J. (2009). Metodología para la autogestión del aprendizaje
* Imagen de enriquelopezgarre en Pixabay
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