La frase
de Jacques Delors En cierto sentido, la educación se ve obligada a
proporcionar las cartas náuticas de un mundo complejo y en perpetua agitación
y, al mismo tiempo, la brújula para poder navegar por él, es bastante
elocuente para este tema. Veamos...
Carta náutica y brújula* |
¿Cómo planificar la instrucción?
La
planificación del ambiente instruccional la hacemos bajo parámetros y
principios del diseño instruccional.
Uno de los parámetros es seguir el hilo conductor que se da desde la relación entre objetivos, competencias y contenidos, que determinan cuáles deben ser los resultados de aprendizaje: esa aspiración de los aprendizajes requeridos al finalizar un término y que subyacen en las competencias esperadas.
Otro de los parámetros, es establecer una secuenciación desde un nivel mediato hasta llegar a un nivel superior, en atención a la naturaleza del contenido y al propio estudiante.
Por
lo cual, las actividades propuestas también deben ser progresivas en
complejidad y abstracción, de manera que el estudiante pueda ir asimilando los
contenidos, desde que los capta y concientiza hasta que los consolide en su
estructura mental.
Entonces,
el diseño instruccional es el camino lógico y sistemático, que nos guía en el diseño del ambiente de aprendizaje;
en el cual transitamos desde lo que conocemos hacia lo nuevo por conocer, hasta
alcanzar competencias en el qué, el cómo y el para qué del conocimiento en su
relación con el ámbito de desempeño. En esa línea se centra la enseñanza.
Las
competencias representan ese saber que un estudiante debe demostrar luego de un
proceso formativo, para actuar en consecuencia en un contexto determinado. Esto
debe ir en consonancia, ratifico, con los resultados de aprendizaje y estar
plasmado en cada objetivo para ir logrando en forma gradual la competencia
declarada.
El
foco está en la forma de enseñar los contenidos, en el uso de estrategias y
metodologías que faciliten el proceso; tanto en formato presencial,
semipresencial o virtual.
Con
respecto al enfoque por competencias, éste incorpora el saber conocer, saber
hacer y saber ser. Son tres saberes que conforman un desarrollo integral para
hacernos competentes en nuestros ámbitos de desempeño y, por consiguiente,
saber convivir.
Dichos
saberes van integrados y alineados con tres tipos de contenidos, conceptual,
procedimental y actitudinal. Identificarlos también nos da ideas sobre las
estrategias, actividades y recursos más adecuados.
Ø En
los contenidos conceptuales y el saber conocer, las actividades relacionadas
son aquellas basadas en aspectos teóricos, trabajadas en textos, videos, sitios
web, etc.
Ø Los
procedimentales y el saber hacer, tienen el énfasis en el desarrollo de
habilidades con la ejecución de tareas, productos, aplicación de técnicas y normativas,
construcción, laboratorios, etc.
Ø Con
respecto a los actitudinales y el saber ser, tienen que ver con las actitudes y
valores que desarrollamos en determinados temas y actuaciones. Solidaridad,
compromiso, responsabilidad, autonomía y proactividad son fuertes componentes
de este contenido. Se incorporan de forma transversal con las estrategias.
Acerca de las estrategias didácticas
Estrategia didáctica** |
La estrategia es esa condición que posibilita una determinada dinámica de relación entre los componentes del diseño. Son los procedimientos o mecanismos que se activan en el proceso enseñanza aprendizaje, mediante las actividades -de aprendizaje y evaluación- y los recursos.
La
idea que tengas sobre la enseñanza aprendizaje será la que desarrolles en tu
clase, por intermedio de las estrategias, con sus actividades y recursos. Imprimen
el enfoque de ese proceso, desde una metodología básicamente reproductiva para
un aprendizaje poco participativo, a una que potencie la implicación del
estudiante y desarrolle competencias.
Me inclino por la segunda opción. Así, las actividades deben combinar elementos teóricos y prácticos, relacionados con
los temas del curso o asignatura, la realidad y las experiencias de los
participantes. Aportando también el nivel de logro en función
del objetivo y el resultado de aprendizaje.
Es imprescindible, reitero, la promoción de la reflexión, el trabajo en equipo, el debate y la construcción de productos, tanto personales como colaborativos o cooperativos o ambos, e inducir a la aplicación de lo aprendido, en atención al nivel de la asignatura y las competencias desarrolladas.
Por ejemplo, en un debate se pueden incorporar preguntas que inciten al análisis y la síntesis y demostrar cuánto han aprendido, tales como:
- Es una buena observación ¿Puedes aportar ejemplos en esta línea?
- ¿Qué es diferente y qué es similar en la propuesta de xx y zz?
- ¿Qué cambios/mejoras se obtendría con la puesta en práctica de la propuesta? ¿Es factible?
- ¿Alguien no está de acuerdo con lo expuesto? Razones para ello.
Siguiendo la idea expuesta, los recursos se organizan –tipos, cantidad y momento- en apoyo a las
actividades para que el estudiante pueda llegar a procesar la información,
buscar soluciones y aplicar los conocimientos.
¿Qué queremos obtener con el recurso? ¿Iniciar la clase y motivar? ¿Desarrollar el contenido? ¿Aplicar lo aprendido? ¿Valorar el aprendizaje? Éstos y otros interrogantes nos darán la perspectiva necesaria para usar cada tipo o cantidad de recursos.
Finalmente,
las mismas actividades de aprendizaje deben permitir la valoración de lo que se
está aprendiendo, mediante la evaluación formativa y continua, brindando la posibilidad de encauzar el proceso. Además de la
sumativa, que posibilita estimar el aprendizaje logrado hasta un determinado
nivel o momento de culminación de unidades y asignaturas.
El
hecho de existir una conexión entre la profesión, el perfil de egreso y el
ambiente de aprendizaje, avala el logro de las competencias necesarias
(específicas y transversales) que acreditan la formación del profesional que se
requiere.
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*Imagen
de schaeffler en Pixabay
**Imagen
propia
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