Este
artículo explora la relación entre el pensamiento elástico y la metacognición,
dos habilidades esenciales para potenciar el aprendizaje en los estudiantes.
El
aprendizaje es como una bitácora en un mundo que cambia constantemente; nos
permite mantenernos actualizados, adaptarnos y ser flexibles ante los desafíos.
En esencia, abre nuevas puertas, nos hace competentes en lo que hacemos, ampliando
nuestras posibilidades.
Por
ello, es necesario contar con capacidades y habilidades clave como el pensamiento
elástico y la metacognición. Las cuales nos posibilitan tener una mirada más extensa,
disruptiva y al mismo tiempo, consciente e intencionada, sobre las situaciones abordadas.
Pensamiento elástico y metacognición*
¿Cómo funciona la interconexión entre pensamiento elástico y metacognición?
El
pensamiento elástico nos permite abordar problemas, ideas y situaciones desde
diferentes perspectivas, de manera flexible y creativa. Superando estructuras
rígidas de pensamiento para examinar posibilidades novedosas y posibles cambios
inesperados.
Ello
implica flexibilidad cognitiva, apertura mental y resiliencia, para adaptarnos
a lo nuevo, cambiar de perspectiva, considerar diferentes puntos de vista y múltiples
soluciones, más allá de las propias creencias, superando obstáculos y, pasar de
los fracasos.
Mientras
que la metacognición, posibilita reflexionar sobre el propio pensamiento
-pensar sobre cómo pensamos- y del proceso de aprendizaje, con la finalidad de
saber qué, cómo, cuándo, dónde y para qué actuar, mejorando nuestras decisiones
en la maniobra y respuesta a cada situación; con efecto sobre la efectividad y la
autonomía
La
relación entre ambos es reciproca, de tipo simbiótica, creando un ciclo de
retroalimentación constante que las potencia a sí mismas y, por ende, al
aprendizaje.
Del pensamiento elástico a la metacognición:
Ø La
flexibilidad de este pensamiento admite considerar múltiples estrategias y
enfoques en el abordaje de una situación. Para la metacognición implica saber evaluar
y seleccionar las mejores estrategias.
Ø La
apertura mental promueve la reflexión sobre los propios procesos de
pensamiento. De esta manera, cuestionamos y buscamos nuevas perspectivas, lo cual
mejora la metacognición.
Ø La
adaptación a nuevas situaciones posibilita ajustar las estrategias de
aprendizaje a medida que las demandas cambian. Esta adaptabilidad es parte fundamental
para la metacognición.
De la metacognición al pensamiento elástico:
Ø La
metacognición facilita que podamos identificar fortalezas y debilidades en nuestro
pensamiento. Ello implica buscar activamente estrategias que mejoren su condición
elástica, ya señalada.
Ø La
planificación y el monitoreo continuo, mecanismos clave de la metacognición,
ayudan a anticipar posibles dificultades y, en consecuencia, a ajustar las
estrategias del pensamiento elástico.
Ø La
evaluación metacognitiva permite reflexionar sobre la efectividad de las
estrategias y a identificar áreas de mejora en el ámbito del pensamiento
elástico.
En esta
perspectiva, es indudable que es beneficioso desarrollar ambas habilidades
simultáneamente. Los aprendices serían más capaces de dirigir su proceso, con
mayor motivación y sentido de responsabilidad y, de abordar los problemas, extrayendo
conclusiones significativas para encontrar soluciones más creativas y eficaces.
El
pensador elástico y metacognitivo, adquiere la habilidad de trascender una
actividad concreta, atendiendo la experiencia sin perder de vista otros
alcances en un entorno dinámico, con la conciencia sobre lo qué y cómo debe
hacer, y si es necesario cambiar el rumbo, con el fin de dar una respuesta, no
necesariamente la esperada, pero si la previsiblemente correcta.
En definitiva,
estaríamos preparados para afrontar los desafíos del futuro, porque hemos aprendido
a pensar de manera flexible, a reflexionar e identificar pautas, a
recuperarnos de los fracasos y a seguir aprendiendo en forma autónoma a lo ancho
y largo de la vida.
A modo
de conclusión. El pensamiento elástico y la metacognición se potencian
mutuamente; fomentan la identificación y ruptura de patrones mentales que
limitan nuestra flexibilidad, explorando nuevas formas innovadoras. Es un ciclo
de aprendizaje y crecimiento equilibrado que nos beneficia en todos los
aspectos de la vida.
Si tienes interés en el tema, te invito a descubrir otras publicaciones de este blog.
En próxima
entrega, hablaremos acerca de cómo desarrollar en el aula el pensamiento
elástico.
*Imagen generada por Copilot
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